Cuánta persistencia, cómo necesitamos durabilidad.Czesław Miłosz*, Amanecer
El reflejo de la luz en la esquina no es menos frío que el último amanecer, no es menos frío que la mirada última sobre la esquina cuando quisieras no haber perdido, nunca, ese instante.
El chorro de luz resiste, moribundo, porque hay tal exceso de ausentes que es imposible no verlos. Sobre las tres de la madrugada ya empiezan a desaparecer, congelándote el alma con su presencia, anticipándose para siempre a la calle lavada cuando se marche la oscuridad.
Nunca he pisado esas aceras sin filiación, sin edad y sin ruidos. Del otro extremo del campo los cuerpos vivos ofrecen la rendición, pero la esquina, los postes, las mercenarias nubes sólo creen en el frío.
Czesław Miłosz* (Lituania, 1911- Polonia, 2004)
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